martes

También pasa aquí

El tema que voy a tratar es uno que me preocupa mucho, pero parece que al resto de España le da igual. Si eres alguien normal, que no se sale de lo establecido, no se moja, sigue las modas y hace todo lo que debe puede que no te hayas dado cuenta. Estoy hablando de la brutalidad policial, del abuso de poder de los agentes. Conozco historias de primera mano:

Una pelea. La policía interviene. Cuando todo parece arreglado cogen a uno de los participantes de la pelea, un vagabundo borracho, se lo llevan detrás del furgón donde nadie pueda verlo y le propinan una paliza.

Una manifestación. Unos jóvenes arrojan huevos y destrozan un escaparate. Más tarde cogen a un joven con la cabeza rapada y los pantalones rotos. Lo esposan y lo meten en el furgón. Cuando intenta levantar la cabeza le golpean. Le tienen toda la tarde en comisaría sin tomarle declaración, sin dejarle defenderse. Después lo sueltan con las muñecas sangrando (a causa de las esposas). Ese joven, un conocido mío, no había hecho nada, tan solo estar en lugar equivocado, en el momento equivocado, con la ropa equivocada y con los policías equivocados.

Después de un par de copas un chaval se encontraba jugando a fútbol en una plaza. Vinieron unos policías y les dijeron que pararan de jugar. Pararon. Después les dijeron que se marcharan de la plaza. El chico se negó. Los policías le amenazaron y insultaron. Al final se largo. Al día siguiente el chaval me contaba como había perdido la confianza en el sistema.

Una manifestación. No era nada muy polémico, nada antiglobalización, ni neonazi, ni nada de eso, tan solo eran unas familias de un barrio quejándose por un edificio público que iban a construir en lo último de bosque que les quedaba. No es una imagen muy bonita ver como los policías cogen las barreras y embisten a la multitud, niños y ancianos incluidos.

Por supuesto todo esto son historias. Puede que no sean del todo ciertas (el boca-a-boca suele exagerar las cosas) o que no se puedan demostrar. Lo que está claro es que Amnistía Internacional ha hecho un informe denunciando brutalidad policial en España. Gente en hospitales, policías atacando con las porras y las pistolas de goma a gente pacífica.

Pero bueno, es lo de siempre, a nadie le importa mientras no le pase a sus amigos, a sus familiares. Los amigos y familiares de los demás no cuentan. Y mientras no te metas en líos, mientras no reivindiques nada, mientras vistas “como Dios manda” nada de esto sucederá. Pero esto sucede, no hace falta irse a Irak o a China, también pasa aquí.

Por cierto, no todos los policías son malos. También conozco historias (bastantes menos) de buenas acciones hechas por policiías. Es de agredecer, algunas veces hacen su trabajo: proteger y servir.

Actualización (20 de marzo del 2006):

Nuestras queridas fuerzas del orden.

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