miércoles

¿Qué tendrá marzo?

El otro día estaba con un grupo de amigos y, comentando el tema, descubrí que de los seis que eramos, cinco cumplíamos años en marzo. Y realmente es cierto, conozco mucha más gente que cumple en marzo que en cualquier otro mes.
¿Por qué será eso? A ver, contemos desde marzo nueves meses hacía atrás: marzo - febrero - enero - diciembre - noviembre - octubre - septiembre - agosto - julio - junio. Las cosas empiezan a estar claras. Junio. Calorcito. Vacaciones. Despreocupación. Tiempo libre. Fiesta. Destape. Alegría. Pasión. Sexo. Descuido (o no). Embarazo. Nueve meses después, en marzo, nacen todos los criajos.
Pues a ver si llega junio ya y acabo las clases. Un poco de pasión tampoco me hiría mal, aunque hay que ir con mucho cuidado por los descuidos.

lunes

La luz del sol


Hoy han empezado las clases de nuevo. De 8 a 2. Cada día. Y ya tengo mucho trabajo.

Estaba en una clase mirando por la ventana: “Oh, la luz del sol. Cuanto tiempo pasará antes de que te vuelva a ver de nuevo.”

Entre clases, gimnasio y biblioteca; por lo menos en 4 meses (maldito verano, por qué tardas tanto en llegar).

viernes

Mirad que cosas más chulas

La una de la madrugada. Me aburro. Y recordando al Señor Lobo diciendo "No empecemos a chuparnos las pollas todavía" me he currado un Javascript que pone una cita aleatoria con su correspondiente foto (de momento hay dos).
Ahora ya podemos chuparnos las pollas.

martes

Aros de humo en la oscuridad

Aros de humo en la oscuridad. Miro las estrellas de la madrugada, cuando todo es silencio, oscuridad; soledad.
Aros de humo en la oscuridad, borrados por los vientos de la eternidad. El frío atreviesa mi camisa y me estremezco en un suspiro.
Frío en mis manos y pies, frío sobre mi piel, frío en mis huesos, frío en mi corazón. Aros de humo que mueren en la oscuridad.
Mis pies avanzan lentamente por el suelo empedrado. El sonido de mis pasos resuena en el apacible silencio dormido. Soy un intruso en el sueño de la humanidad. Aros de humo en la oscuridad.
Las agujas del reloj avanzan lentamente como si el dios Tiempo, rey de la eternidad y del instante efímero quisiera torturarme en la noche sin fin de mi alma. Tortura repetida cada segundo que paso en este triste lugar en este triste momento. Aros de humo en la perpétua noche.
Yo, solo. Mi mirada perdida, mis pensamientos quebrados; una lenta figura entre las sombras de las sombras de las sombras. Oscuridad, aros de humo y nada más.