Teoría de los videojuegos

Una de las típicas verdades universales es que los viciatas de los videojuegos son siempre tíos. Analicemos el por qué. Para empezar, cuando uno piensa en videojuegos piensa en los de ir con un arma y matar todo lo que se menee: aliens (Doom), terroristas (Counter Strike) o lo que sea. Pero desde que los videojuegos se vuelven menos violentos las mujeres se incorporan más al mundillo, primero vinieron los de rol (Diablo), en los que aún eran mayoría los hombres pero se empezaron a ver mujeres. Después llegaron Los Sims (en mayúsculas) que se considera el videojuego que realmente ha introducido a las féminas en el mundo digital. Muchos hombres consideran este juego degradante, solo apto para mujeres, y los que lo jugamos lo admitimos con vergüenza y resignación. Sí, es cierto que siempre ha habido juegos no violentos: SimCity (pero había la opción de que un terremoto arrasara la ciudad) o el Civilization, en el que se podía ganar sin violencia (pero era tremendamente difícil); pero las mujeres no los conocían.

Yo creo que los juegos de ordenador / videoconsola tienen la asombrosa capacidad de exteriorizar los instintos primarios que no podemos manifestar en la vida real. Volvamos por un segundo a los inicios de la humanidad. En la prehistoria el rol del hombre era cazar y pelear con otros hombres para mostrar su valía, mientras que la mujer se encargaba de mantener todo el entorno habitable bajo control y relacionarse amistosamente con otras mujeres. Es nuestro instinto animal, lo llevamos en el ADN. Por suerte hemos evolucionado, pero nuestros instintos siguen ahí: los hombres todavía tienen la necesidad de demostrar su valía (un hombre borracho casi nunca rechazará una apuesta) y las mujeres todavía cotillean (no hace falta que ponga ejemplos, imagino). Así conseguimos diluir esos instintos que nos fueron tan vitales para la existencia en un entorno civilizado, reprimiendo los más violentos. Esta teoría explica por qué a los hombres les encantan los juegos de matar bichos poco inteligentes (cazar) o demostrar su valía en juegos de rol donde, fundamentalmente, lo importante es hacer destacar nuestro personaje. Por esto también el juego que ha introducido a las mujeres en el mundo de los videojuegos es uno de mantener el control en un hogar, y relacionarse socialmente con otros habitantes de ese mundo.

Por cierto algunos podrían decir que esta teoría falla: los juegos de conducción (Gran Turismo) no son violentos y nunca han atraído a las mujeres. Cierto, pero en los juegos de conducción no influyen los instintos, sino las habilidades. Los hombres, al cazar, tenían que controlar mucho las distancias largas con precisión y calcular al milímetro la velocidad. Las mujeres en cambio controlaban mucho más la habilidad de las distancias cortas (¿por qué cuando no encuentras nada en la despensa siempre la mujer lo encuentra a la primera?) y la extraordinaria habilidad multitarea (y no es windoze): ¿alguna vez han intentado hacer el desayuno, hacer callar a los niños, escuchar al pesado del marido, mirar los informativos y leer una revista a la vez? Mi madre lo hacía frecuentemente. Y volvemos a lo mismo, ¿cuál es el juego en que se han de manejar muchas variables a la vez en poco tiempo, y una de ellas hace que todo se pueda descompensar? Efectivamente, Los Sims. Con esto no quiero decir que a las mujeres les guste ir todo el día estresadas haciendo mil cosas, digo que les gusta obligar a un Sim a hacerlo. Aparte del control que esto requiere. No hay un Sim más perfecto que un Sim creado por una mujer, os lo aseguro, palabra de Simviciado.

También están los juegos deportivos (Pro Evolution Soccer) que derivan de la pasión del hombre por el deporte que deriva de la necesidad de competición física. O los juegos de estrategia militar (Age Of Empires) que vienen del instinto del hombre de guerrear para proteger su hogar. Ya veis, todo tiene una explicación.

Pero, como todo en la vida, no es bueno generalizar: conozco mujeres que les meten palizas a los más viciados en el Counter Strike, y tipos de los más machotes jugando a Los Sims.

Ahora tocaría venir un análisis de que clase de hombres son (o eran antes de la llegada de las mujeres) los que juegan a videojuegos. Vale, es cierto que todos los hombres juegan o han jugado ocasionalmente: ¿qué joven de los que ahora tienen 18-20 años no tiene una Play Station (la primera)? Yo conozco a pocos. Pero no todos eran capaces de tirarse 10 horas seguidas jugando, esos son los viciatas. ¿Y que caracteriza a esta gente? Pues, muy a pesar mío (yo lo he sido, y aún conservo vestigios), su rasgo más descriptivo es su fracaso social. Al no poder demostrar sus capacidades frente a los demás tienden a la necesidad de demostrarlas frente a la máquina. Pero no profundizaré en el tema, la mayoría de gente ya lo conoce.

El puto perro muerto

Como se aburre uno a las 2 de la mañana, joder. Y hemos dicho: "Vamos a escribir algo en esa mierda de blog. Total, que más da si es una gilipollez, nadie lo va a leer." Si es que el cerebro ya no es lo que era, la cerveza y los porrillos tendrán algo que ver...
Pues a lo que iba, el perro muerto. ¿Tú sabes lo que es tener que levantarse a las 6 de la mañana después de una noche loca, con la puta resaca, para enterrar un puto perro? Joder, lo ves ahí, to tieso en la alfombra, y te preguntas ¿no se podría haber esperado hasta las 11? Sí, vale, te da mucha pena y todo eso, pero tienes sueño y una resaca del 15. Joder.
Cambiando de tema, ¿por qué la gente es tan gilipollas? Es una buena pregunta, desde luego. En serio, es que yo los veo, ahí... y pienso "¿Cómo cojones se puede ser tan gilipollas?".
Joder, tío, pasado mañana tengo un puto examen la ostia de importante, no he estudiado nada, y estoy aquí, a las 2 de la mañana, to amargao, escribiendo en esta mierda blog. Estoy delirando.
Ostia, ya se de que hablar (escribir). Ayer me hicieron un test psicológico, de esos xungos. Ya intente hacerlos en serio, ya en coña, siempre sale que soy un puto enfermo mental con traumas sexuales que influyen en mis relaciones sociales y por eso soy un puto colgao sin amigos. Tienen razón, aunque mienta siempre me pillan.
Paranoia-paranoia, super-paranoia. (Me vino a la cabeza).

¿Alguna vez os habéis emborrachado solos? Seguro que la mayoría ni siquiera bebéis. Que asco de gente. No se ni lo que digo, nadie leerá esto. Yo no lo haría.

De que queréis que hable (escriba) ahora. Ya veis, estoy hablador (escribidor). Las opciones son: "Vergonzosos traumas sentimentales-sexuales" o "Carlitos, el oso depresivo". Ha ganado la segunda opción, dejamos los traumas para otro día:
Carlitos, el oso depresivo (¿cómo cojones se hace en esta cosa para subrayar una frase?)
Les voy a contar la historia de Carlitos, como la mayoría de historias verídicas no es una historia feliz. Carlitos era un osito normal. Estaba casado con una osita, trabajaba de diseñador de procesadores de alta función (me lo acabo de inventar, pero suena bien) y los viernes iba a jugar a tenis. Carlitos era un osito normal. Pero pasaban los años, las cosas empezaban a ser distintas, ya no tenía veinte años y no veía la vida de color rosa. Todo era muy cómodo, pero no veía en la comidad la fuente de la felicidad. Para muchos el día a día de Carlitos era la imagen de una vida perfecta: se levantaba temprano, pero sin prisa, iba a un trabajo de seis horas nada estresante, comía con un compañero y hacía remesa hasta las 3, volvía a casa y se pasaba la tarde con su hobby "especial" (comer tierra), después de cenar veía alguna mierda por la tele, y una mamadita antes de dormirse. La vida perfecta. Pero carlitos no era feliz, ni con su trabajo poco estresante, ni con su remesa, ni con sus comilonas de tierra. Supongo que no mejoraría mucho las cosas el encontrarse, después de una reunión cancelada, a su mujer penetrada por dos osos pardos de dos metros de altura y unos rabos como su brazo. No, no mejoraría mucho las cosas. El caso es que una clara mañana de primavera Carlitos se arrojó con su descapotable por un precipio. Unos dicen que no pudo aguantar la monotonía de la comodidad, otros que no pudo aguantar a la zorra de su mujer, otros que se le rompieron los frenos.

Anuncio Coca-Cola

Ahora me ha venido a la cabeza el anuncio de Coca-cola de la Navidad pasada. No se si lo han echado menos o que yo miro menos la tele, pero casi no lo he visto, sólo dos veces. Aquí tengo la trascripción y algo parecido a lo que pensé la primera vez que lo vi.

Todos nos quejamos de tener una madre que insiste en que vayamos a comer los domingos,

Yo no.

de un padre que nos trata como si nunca hubiéramos crecido,

Eso tampoco.

de un hermano que se empeña en seguirnos a todas partes,

No lo hace, gracias a Dios.

nos quejamos de un amigo que no para de llamar,

¿Un amigo que no para de llamar? No me hagas reír, mis amigos no me llaman.

de un vecino que siempre pasa a vernos,

Solo veo a los vecinos en el ascensor, no recuerdo la última vez que llamaron a mi puerta.

de una novia que pregunta “¿en qué piensas?”

No tengo novia.

o de un novio que nunca lo pregunta,

Tampoco tengo novio.

y... de pronto, llega la Navidad y pensamos qué sería de nosotros sin ellos, y entonces comprendemos que ellos son el regalo.

-No comments- ::vomitando::

¿En serio alguien vive esa vida feliz que nos venden?

Mis padres pasan de mi, mi hermano es un tocahuevos, mis amigos no me llaman, mis vecinos me ignoran y la novia... bueno, ya me he acostumbrado a la mano ¿Alguien puede ver ese anuncio sin deprimirse?

Al igual que el nuevo anuncio de Coca-cola light, ese de “haz lo que bebes”. ¿Cuando veis toda esa gente para la que piden un aplauso no os sentís como ratas?

No se si lo que se pretende, pero últimamente los anuncios de Coca-cola están hundiendo mi moral; prefería a los enanitos cantando.

Lo que se esconde detrás de la ley antitabaco

“A través del humo solo se podía ver un pequeño escritorio de caoba con un cenicero y un montón de documentos que ponían Top Secret. Delante del escritorio, escasamente iluminado por la bombilla de 45W que ondeaba del techo había un hombre encorvado, con gafas, que ojeaba con ansiedad los papeles y fumaba.
-¡Al fin! ¡Lo he descubierto! –Gritó el hombre exaltado”

Así fue como descubrí, tras semanas de exhaustivo periodismo (¡ja!) lo que ahora les voy a relatar. No tengo mucho tiempo, pues me persiguen. ¡He descubierto lo que se esconde detrás de la ley antitabaco! (all work and no play makes Jack a dull boy)

¡Ahh! Creo que he oído un ruido detrás de mí... no, solo era el gato (¿qué gato?). Como les decía, detrás de la serie de leyes antitabaco que se están extendiendo por todo el primer mundo se esconden las empresas farmacéuticas. Así es. Las empresas farmacéuticas. ¿Cuánto han aumentado las ventas de los productos para dejar de fumar? Pero eso no es todo. También salen ganado por otros lados.

Piénsenlo bien, estamos en pleno invierno. Pongan que el trabajador fumador medio sale 10 minutos cada 2 horas a fumarse un pitillo. Con la conversación entre los amigos esos 10 minutos se convierten en 20. Al final muerto de frío tiene que volver a entrar y irse a buscar un café (¿trabajar? ¡Ja!). Pero antes de que vuelva a acomodarse se le vuelve a subir a la espalda ese horrible mono y tiene que volver a salir a calmar las ansias. Cuando acaba la semana, con tantos cambios bruscos de temperatura el pobre trabajador fumador acaba resfriado. Y se compra un medicamento, que venden las empresas farmacéuticas.

Aparte, ¿alguna vez habéis intentado dejar de fumar? Os aseguro que uno se vuelve bastante... irascible. Y seguro que muchos tiene que comprar calmantes, para la ira, que venden las empresas farmacéuticas. Otro efecto del dejar de fumar es engordar, a mí me da igual, pero a las mujeres y algunos hombres (metrosexuales) les importa mucho ganar unos quilitos. ¿Y no hay medicamentos para adelgazar? ¿Y quien los vende? Ajá, las empresas farmacéuticas.

¿Lo vais pillando, verdad?

Entre el tabaco, la ley antitabaco y los pobres niños de África con los que hacen experimentos (os remito a la peli El jardinero fiel) están ganando una fortuna.

No se lo digáis a nadie.

Algo de publicidad

Voy a añadir unos cuantos links a otros blogs. Lo hago en parte por compañerismo, en parte por la calidad de los blogs.

Para empezar Microsiervos, un blog con pagina propia de tres amigos con noticias muy interesantes. Sinceramente, me he pasado horas leyendo artículos de Microsiervos. Una maravilla.

Después Tempus Fugit, un blog que descubrí gracias a Microsiervos. No he leído mucho, pero sus artículos son autenticas obras de investigación periodística. Artículos muy extensos y bien informados.

Para acabar tenemos el de David Bravo. Puede que algunos ya lo conozcan, es un abogado bastante conocido en internet. Es un defensor de las redes P2P y la propiedad intelectual (vamos, bajarse pelis del e-mule). Para los que van más allá y buscan alguien que comprenda la filosofía de la libre difusión. Muy adecuada para seguir el tema y para informarse.

Guántanamo

¿En que mundo vivimos? Después de los escándalos de los vuelos de la CIA ahora se vuelve a abrir el debate de Guantánamo a causa de unas confesiones. Espeluznante. Gente que sin juicio ni condena son apresados, encerrados y torturados. Algunos de los presos han declarado que preferirían morir antes que seguir en esa prisión-infierno. Los testimonios son escalofriantes. ¿Cómo se permite esto hoy en día? ¿Por qué la gente no se alza contra el gobierno? ¿Por qué los demás gobiernos no presionan? Me parece increíble que hoy en día y en un país supuestamente pionero se promueva la tortura. ¿Dónde tiene la conciencia esta gente? ¿Acaso no saben lo que son los derechos humanos?

No creo que sea posible que la gente crea que la guerra contra el terrorismo sea una causa para esto. ¿A que precio piensan pagar su seguridad? Están destrozando en cuerpo y mente a personas que, aunque fueran culpables, no merecen esto. Así lo único que conseguirán es que se creen más deseos de venganza y, por lo tanto, más terrorismo. La única solución es una política de tolerancia, colaboración (y no invasión) con los países árabes y sobretodo respeto. Porqué con guerra, tortura, prejuicios, desinformación y miedo lo único que conseguirán es empeorar la situación. Ya es hora de abandonar esa postura de supremacía y quitarse la venda de los ojos: esta guerra la pueden perder. El odio y la desesperación son armas más potentes que el dinero y el poder.

Hay que actuar: la próxima vez que haya un atentado no quiero que mueran mis amigos (o yo) por culpa de la incompetencia, estupidez y orgullo de un supuesto líder mundial: G. W. Bush. Esto nos afecta a todos.

(He colgado el link de Amnistía Internacional)

Luchar por la paz es como follar por la virginidad. Polla dura no cree en Dios, Mago de Öz

Los pueblos que sacrifican una libertad para conseguir una seguridad no merecen ni la una ni la otra. Benjamin Franklin

También pasa aquí

El tema que voy a tratar es uno que me preocupa mucho, pero parece que al resto de España le da igual. Si eres alguien normal, que no se sale de lo establecido, no se moja, sigue las modas y hace todo lo que debe puede que no te hayas dado cuenta. Estoy hablando de la brutalidad policial, del abuso de poder de los agentes. Conozco historias de primera mano:

Una pelea. La policía interviene. Cuando todo parece arreglado cogen a uno de los participantes de la pelea, un vagabundo borracho, se lo llevan detrás del furgón donde nadie pueda verlo y le propinan una paliza.

Una manifestación. Unos jóvenes arrojan huevos y destrozan un escaparate. Más tarde cogen a un joven con la cabeza rapada y los pantalones rotos. Lo esposan y lo meten en el furgón. Cuando intenta levantar la cabeza le golpean. Le tienen toda la tarde en comisaría sin tomarle declaración, sin dejarle defenderse. Después lo sueltan con las muñecas sangrando (a causa de las esposas). Ese joven, un conocido mío, no había hecho nada, tan solo estar en lugar equivocado, en el momento equivocado, con la ropa equivocada y con los policías equivocados.

Después de un par de copas un chaval se encontraba jugando a fútbol en una plaza. Vinieron unos policías y les dijeron que pararan de jugar. Pararon. Después les dijeron que se marcharan de la plaza. El chico se negó. Los policías le amenazaron y insultaron. Al final se largo. Al día siguiente el chaval me contaba como había perdido la confianza en el sistema.

Una manifestación. No era nada muy polémico, nada antiglobalización, ni neonazi, ni nada de eso, tan solo eran unas familias de un barrio quejándose por un edificio público que iban a construir en lo último de bosque que les quedaba. No es una imagen muy bonita ver como los policías cogen las barreras y embisten a la multitud, niños y ancianos incluidos.

Por supuesto todo esto son historias. Puede que no sean del todo ciertas (el boca-a-boca suele exagerar las cosas) o que no se puedan demostrar. Lo que está claro es que Amnistía Internacional ha hecho un informe denunciando brutalidad policial en España. Gente en hospitales, policías atacando con las porras y las pistolas de goma a gente pacífica.

Pero bueno, es lo de siempre, a nadie le importa mientras no le pase a sus amigos, a sus familiares. Los amigos y familiares de los demás no cuentan. Y mientras no te metas en líos, mientras no reivindiques nada, mientras vistas “como Dios manda” nada de esto sucederá. Pero esto sucede, no hace falta irse a Irak o a China, también pasa aquí.

Por cierto, no todos los policías son malos. También conozco historias (bastantes menos) de buenas acciones hechas por policiías. Es de agredecer, algunas veces hacen su trabajo: proteger y servir.

Actualización (20 de marzo del 2006):

Nuestras queridas fuerzas del orden.

Jack - el rey del mal

-Buen trabajo, huesudo.

-Sí, creo que sí. Como el año pasado, y el anterior, y en anteriores...

>>Nadie puede negar que soy un tipo singular, un talento incomparable, sin igual. Si desea una sorpresa en la oscuridad el mejor se que soy sin quererlo. Una dosis muy pequeña, de mi encanto fantasmal y hombres hechos y derechos gritaran. Mi esqueleto agité y de pronto grité y a caballeros valerosos asusté. Pero año tras año nada va a cambiar y me canso un poco de hacer tanto mal. Yo, Jack, el rey del mal, estoy cansado de seguir igual.

>>Y es qué muy dentro, en mi interior, hay un vacío aterrador. Que sensación en mi corazón, surgió inesperada y veloz. Soy un profesional, un maestro infernal, Lucifer me podría envidiar. Un tipo corriente, no soy más que un perdedor, soy famoso en todo el continente. Como ya estoy muerto, yo me arranco la cabeza y recito a Shakespeare hasta en verso. No hay hombre ni animal, que me pueda imitar, con la furia que me inspiran mis ancestros. Ni tú me podrías comprender, pues el rey de marfil de esqueleto gris no quiere reinar, si supieran la verdad... Dejaría el reinado para estar a su lado. Hay soledad en mi corazón, necesito más calor. La fama no me ayudará, mis lágrimas vacías están.

Jack, Pesadilla antes de Navidad

Ley antitabaco

Como buen televidente que soy me he enterado de la nueva ley antitabaco, y como buen fumador me he informado sobre ella. Pero yo seguiré siendo fiel al vicio, no como miles de "traidores" españoles que lo dejan. ¿Es tan extraño? Me gusta fumar; y asumo los riesgos.

Por muy raro que parezca estoy a favor de algunos puntos de la ley. Por ejemplo, me parece bien que no se permita fumar en lugares públicos cerrados y en los lugares de trabajo. Yo puedo elegir fumar, pero no puedo elegir que los demás fumen si ellos no quieren. Me parece que tiene bastante sentido, aunque se podrían haber propuesto alternativas mejores; como permitir a las empresas que lo quisieran habilitar zonas para fumadores, bien acondicionadas. Las que no quisieran que prohibieran fumar. Los fumadores también tenemos derechos: hemos elegido fumar, somos libres para ello, y el Estado debería respaldarlo (acaso no somos españoles con derechos), siempre protegiendo antes a los no fumadores.

Lo que no me parece bien es lo de los bares. Los bares, restaurantes y demás son locales privados y me parece mal que se les obligue a esto. Los dueños de los bares deberían ser libres de decidir si quieren que en sus locales se permite fumar o no y si quieren habilitar zonas para no fumadores o no. Si un no fumador no quiere entrar en un bar de fumadores que no lo haga (igual que si no quiere entrar en un cine puede no hacerlo). Es decir, el trabajo o los lugares públicos no se puede optar por evitarlos y, como ya he dicho, deberían prevalecer los derechos de los no fumadores en estos lugares. Pero si uno no quiere entrar en un bar puede no hacerlo. No perderá su trabajo o su casa, tan solo perderá un café que de todas formas se podrá tomar en un bar en el que no se pueda fumar.

Yo creo que hoy en día, a pesar de la cantidad de gente que fuma, se está creando un clima de hostilidad hacía los fumadores. Es mi vida: si quiero tirarme por un precipicio lo hago, si quiero nadar entre tiburones lo hago, si quiero fumar lo hago. Y nadie es quien para juzgarme, siempre que no le perjudique a él.