He oído por ahí que cuando vemos una enorme luna llena, realmente no es tan grande. Si os fijais siempre que vemos una luna enorme está baja. Yo no recuerdo ver nunca una luna gigantesta en lo alto del cielo. La teoría que he oído es que cuando vemos la pequeña luna en lo alto del cielo y la gran luna al borde del horizonte, realmente tienen el mismo tamaño. De este curioso efecto óptico tienen la luna los puntos de referencia. Es decir cuando vemos una cosa redonda, que no es más que una pequeña mota en el gran cielo estrellado nos parece pequeña en comparación con la inmensidad del gran cielo. En cambio cuando vemos una gran esfera realmente nuestro cerebro la está comparando con las pequeñas casitas y arbolitos que vemos allá en el horizonte, y en comparación la luna nos parece enorme.
No se si es verdad, no sería muy difícil comprobarlo; pero lo cierto es que esta noche, cuando veía la gran luna llena sobre el horizonte me he puesto a pensar en ésto. Hay muchas lunas en nuestra vida diaria, que depende de con que puntos de referencia las compares pueden parecer gigantestas y deslumbrantes o simples manchas amarillentas en la inmensidad oscura.
Pensad en una chica normalilla. Ni muy guapa ni muy fea. Si la pones al lado de auténticos adefesios, la mirarías y pensarías "Pues no está tan mal, pasable". Si en cambio la pones al lado de un grupo de pibonazos de película, entonces pensarías algo así como "Más bien tirando a feucha". Todo depende de los puntos de referencia. Es curioso que se me haya ocurrido primero este ejemplo. Cosas de la abstinecia sexual...
Si lo pensais un poquito encontrareis miles de ejemplos. El siguiente ejemplo que se me ocurrió fue la comida de mamá. Cuando estaba en casa estaba acostumbrado a ella y no es que la despreciara, pero tampoco me llamaba demasiado la atención. Era lo de siempre. Pero después de dos años pasando todo el curso fuera, no hay nada como el primer día de verano, cuando puedo volver a saborear los deliciosos manjares de mi querida madre. En serio que se nota mucho la diferencia de la comida maternal a la comida estudiantil. Y todos los que vivaís sin la mami, sabréis a lo que me refiero.
Para acabar citaré a mi querido Woody Allen, que dice algo así como:
No se si es verdad, no sería muy difícil comprobarlo; pero lo cierto es que esta noche, cuando veía la gran luna llena sobre el horizonte me he puesto a pensar en ésto. Hay muchas lunas en nuestra vida diaria, que depende de con que puntos de referencia las compares pueden parecer gigantestas y deslumbrantes o simples manchas amarillentas en la inmensidad oscura.
Pensad en una chica normalilla. Ni muy guapa ni muy fea. Si la pones al lado de auténticos adefesios, la mirarías y pensarías "Pues no está tan mal, pasable". Si en cambio la pones al lado de un grupo de pibonazos de película, entonces pensarías algo así como "Más bien tirando a feucha". Todo depende de los puntos de referencia. Es curioso que se me haya ocurrido primero este ejemplo. Cosas de la abstinecia sexual...
Si lo pensais un poquito encontrareis miles de ejemplos. El siguiente ejemplo que se me ocurrió fue la comida de mamá. Cuando estaba en casa estaba acostumbrado a ella y no es que la despreciara, pero tampoco me llamaba demasiado la atención. Era lo de siempre. Pero después de dos años pasando todo el curso fuera, no hay nada como el primer día de verano, cuando puedo volver a saborear los deliciosos manjares de mi querida madre. En serio que se nota mucho la diferencia de la comida maternal a la comida estudiantil. Y todos los que vivaís sin la mami, sabréis a lo que me refiero.
Para acabar citaré a mi querido Woody Allen, que dice algo así como:
"Todo es relativo, y la relatividad es subjetiva, pero la subjetividad es objetiva."
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