Drogas y más drogas

Esta mañana yo y unos colegas hemos cogido un bus, hemos ido a un "bosquecillo" en medio de la ciudad. Latas de cerveza y condones por el suelo, música chumba-chumba en un coche lejano y un edificio horrible a quinientos metros. El lugar no era una maravilla, pero había arbolitos y estábamos a la sombra. Nos hemos apalancado en el sitio y nos hemos tomado unas copelandia (y ya van seis). Al dejar tan poco margen desde la última vez no nos ha pegado tanto, pero incluso así ha sido increíble.


Durante unas tres horas el mundo se ha doblado sobre si mismo y en una explosión cardinal hemos tocado con nuestros dedos (literalmente) la magia.
No hay palabras para describirlo.
Hasta que no lo hayas sentido no puedes decir que has estado vivo. Es el Despertar.